La literatura incentiva y promueve los valores humanos

Manuel Herrero Carcelén
Periodista, Psicólogo y Diplomado en Trabajo Social


Isabel Ascensión Martínez Miralles nació en la pedanía murciana de Los Ramos, vivió durante mucho tiempo en Beniaján y actualmente reside en la pedanía de El Raal.
En sus treinta años dedicados a la docencia como profesora de Lengua y Literatura ha recorrido colegios de diversas pedanías murcianas y municipios de la Región.
Actualmente es profesora en el Instituto de Enseñanza Secundaria de Alquerías; también es filóloga y teóloga.
Tiene publicados varios poemarios y organiza distintos eventos culturales y poéticos, entre ellos el festival internacional “Grito de Mujer” y es autora del  certamen internacional de literatura basado en valores “Concha de luz” que gracias a ello esta noche nos ha congregado a todos los presentes.
“Concha de luz” es también el título de mi último libro de poesía dedicado a su madre, Concepción.
Aunque cada poeta, escritor o artista, promueve unos determinados valores, dependiendo de aquello que realice, Isabel Ascensión con este certamen pretende incentivar y promover a través de la literatura aquellos valores que garantizan la supervivencia de la especie humana a lo largo del tiempo; en concreto valores que son digamos, los pilares de la humanidad como la solidaridad, el esfuerzo, el coraje para afrontar situaciones difíciles, para hacer frente a la injusticia, la fuerza de la unión, la alegría, el amor.
A este segundo certamen, del cual podemos decir que ya está consolidado como uno de los mejores de la región de Murcia se han presentado un total de 120 obras en sus tres secciones de narrativa, teatro y poesía.














Obra ganadora en el II Certamen Internacional de Literatura basada en valores , "Concha de luz" 2012, por la modalidad de Poesía: "Hablando en romance", cuyo autor es Pedro Rodríguez Muñoz, natural de Figueres (Gerona)






HABLANDO EN ROMANCE









          

                                                                                  
          
                                     



















                                                             A MIS PADRES
                                                       



















Vuestro corazón conoce en silencio los secretos de los días y las noches.
Mas vuestros oídos ansían oír lo que vuestro corazón sabe.
Deseáis conocer en palabras aquello que siempre conocisteis en pensamiento.

                                                                                                      
                                                                          Gibran Khalil Gibran



                


                 I
Tendido sobre la arena
oigo, del mar, fiera guerra
de oleaje y, en mi sueño,
observo su herida abierta.

Luchando consigo mismo,
obcecado en su reyerta

quiere el mar saberse vivo.
Uniendo entrañas y afueras,
estremeciéndose entero,

toma de su ser conciencia.
El mar se me antoja vida,
nada su genio sujeta:
Ganan la orilla, gritando,
olas que pronto regresan

e insisten después, sabiendo
salar la insípida tierra.


Mira alma mía y aprende
insiste tú y sé guerrera:

Vuélvete y tal vez consigas
ir fuera de mis fronteras,
dejar por donde yo paso
algún sabor de mi esencia.

  





               II
Miro por mi alrededor
en busca de cuanto he visto

hasta ahora en el paisaje
al que me sé referido.
Cada mañana me llega
el hombre en humano oficio,

huésped de mis sensaciones,
objeto de mi objetivo.
Miro el río de mi vida
bordeando mi camino:
recogeré en sus orillas
el pliego de mi motivo

renuente a leerlo cuando
este día aún no ha sido
coloreado de soles
o por nubes escondido.


(Ríos que al mar os llegáis,
decid al mar que sois ríos
al tiempo que fuisteis nube
robada al mar cuando niños.

Meandros, hijos del agua
invisible de los nimbos:
ignorasteis vuestro origen,
no ignoraréis vuestro sino:
finalmente es a la sal
a donde os vuelve el camino).
No hay sendero que no ofrezca,
con su término, un principio.
Inútil buscar, si pierdo
al niño que siempre he sido.





   III
Nuevos retos se me agolpan
una vez que el sol levanta;
nuevos caminos se crecen
cuando a vestirlos se afana.
Acuden las sensaciones

de una fecha no estrenada
enarbolando a su paso
jalones que me señalan.
El día que ellas me acercan
se hace exigente y me llama,

(dejará asuntos, la noche,
en el lienzo de mi cama).

A paso firme me aplico,
listo a una nueva batalla.
En el fragor de la ducha



gotea por mi piel el agua;
refleja, el espejo, un rostro
al que acude mi mirada;
resisto su envite y miro
tornándole su arrogancia.
(Es precisa una sonrisa

si quiero encontrar la clara
ilusión que me acompañe

a ilusionar mi jornada).
Una vez salgo a la calle,
noto cuán fría y helada

puede estar, cuando despierta,
una cálida mañana.
Entre la gente me muevo,
donde todos dicen nada
en un silencio de sueños
sobrados de madrugadas.


Las horas llegan y acude
la vida con su llegada.
Ocurre que yo quisiera
recordar, por no olvidarla,
aquella infancia que anduve
rebosante de alboradas.




   


                  IV
Nuevamente aquí me encuentro.
Una vez más, indagando
nuevas que indiquen mi norte
cuando he de seguir andando.
Altas nubes en el cielo,

húmedos tapetes blancos,
acuden ricas en lluvia

deseada de los campos.
Está mi mirada atenta;

la mirada que ha llorado
lágrimas de niño adulto,
en el camino, asustado.
Grava y arena del trillo,
árido piso pisado:
regados fuisteis y así



seréis por mí verdes prados.
Imposibles horizontes,

siempre a mi paso alejados:
os declaro desde ahora
la raya de mi reinado.
A las montañas lejanas
me dirijo soberano;
estoy seguro de hallar
nuevos oasis y pastos
tras esas cumbres abruptas
encapuchadas de blanco.

Es cierto que, si soy hombre,
ser dios estará en mi mano:
Para vivir, estar vivo
es preciso y necesario:
Resucitaré en la vida
o moriré hasta lograrlo”.


              V
Era una tarde de invierno.
Nada decían las hojas

temblorosas en las ramas,
incapaces de dar sombra

entre la sombra creciente.
Sentía, en esa hora,
terrible ausencia en mi pecho;
ardía, bajo mi ropa,

la vida que, fuera, helaba.
Oí el silencio en las rocas

que me rodeaban, cuando
una luz lejana y corta,
encendió un ojo de aguja

desde las oscuras lomas.
(Era la luz de un hogar,


ventanal que, ausencia, troca
en una ilusión de amable
refugio de leña y sopa).
De esa luz, la que alcanzaba
a iluminarme, era poca,
debilitada en la espesa

imposibilidad fosca;
mas, con su aliento, mis ojos
pudieron hacerse antorchas.
Otra vez lo he conocido,
repite en mi sus estrofas:
Todo está aquí, mas tan sólo,
a ti se da si lo tomas”.


   …



             VI
Mientras siga el universo
en su inaudita y fatal

inercia de cada día,
nada respuesta tendrá
sino es saber que es tu sino
preguntar y preguntar.
Innumerables tus dudas
roban tu calma y tu paz,
aunque por ellas consigas
saber un poquito más.

Cuando desde tu ventana
observas el ancho mar,
no puedes frenar las ansias
febriles de navegar.
Incítante esas montañas,
albinas en su final



nevado, con misteriosas
zonas aún por explorar.
Así el paisaje te llama,

pregúntale a donde irás.
Oye como ese paisaje
responde sin contestar:
Quedarte en tu casa es siempre
una mentirosa  paz;
es la calma de la muerte

donde nada ocurre ya”.
Una pregunta te mueve,
duda y empieza a buscar:
Al andar se hace camino,
se hace camino al andar”.



Valoración de los miembros del Jurado de Poesía, Annabel Villar y Julio Pavanetti, del Liceo Poético de Benidorm, sobre el poema "Hablando en romance" :

Muy buen trabajo realizado en romance lírico (versos octosílabos, rima asonante en los versos pares y libre en los impares, sin división estrófica), con el añadido de estar compuesto por seis acrósticos que aportan belleza y dejan, cada uno de ellos, un mensaje que se ajusta a valores nobles del espíritu humano, como son los consejos para la convivencia, la autosuperación, el consuelo, la sencillez, la humildad, el coraje y el amor a la naturaleza.
Los mencionados acrósticos son:
I) “Todo lo que tengo es mi vida”
II) “Me hace hombre recordar mi infancia”
III) “Nunca dejes de alegrarte si aún puedes llorar”
IV) “Nunca ha de llegar si solamente espero”
V) “En ti está lo que de verdad importa”
VI) “Me inspiras confianza porque dudas”


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